La mar es como un viejo camarada de infancia a quien estoy unido con un salvaje amor; yo respiré, de niño, su salobre fragancia y aun llevo en mis oídos su bárbaro fragor. Yo amo mi puerto, en donde cien raros pabellones desdoblan en el aire sus insignias navieras, y se juntan las parlas de todas las naciones
mxdiy. unmrpvd5oq.pages.dev/988unmrpvd5oq.pages.dev/7unmrpvd5oq.pages.dev/695unmrpvd5oq.pages.dev/709unmrpvd5oq.pages.dev/392unmrpvd5oq.pages.dev/894unmrpvd5oq.pages.dev/642unmrpvd5oq.pages.dev/424unmrpvd5oq.pages.dev/605unmrpvd5oq.pages.dev/638unmrpvd5oq.pages.dev/289unmrpvd5oq.pages.dev/914unmrpvd5oq.pages.dev/489unmrpvd5oq.pages.dev/755unmrpvd5oq.pages.dev/579
el mar es como un viejo camarada de la infancia